martes, 24 de noviembre de 2009

Un encuentro más cercano con el coordinador


Por: Paola Pinzón y Juan Camilo Muñoz J.M.

Nuestros reporteros: Paola Pinzón y Juan Camilo Muñoz, realizaron la siguiente entrevista al Señor Coordinador de Convivencia de la J.M, Eduardo Ramírez R. Después de algunos contratiempos este es el resultado de su arduo trabajo. Gracias a la paciencia y dedicación de cada uno de ellos, tenemos el siguiente trabajo periodístico.

Juan Camilo: Señor, Coordinador. ¿Cuántos años lleva en esta institución?

Eduardo Ramírez: 3 años y medio

J.C: ¿Cuántos años lleva en la docencia?

E.R: 17años.

J.C: ¿A qué se dedica en sus tiempos libres?

E.R: En el poco tiempo libre que me queda, comparto con mis hijas y con mi familia. Voy al parque o practico algún deporte con ellas. Navego en Internet, paseo, chateo con algunos alumnos del colegio, con los profesores o con amigos que tengo en otros países. También leo o estudio cosas nuevas.

J.C: ¿De qué equipo es hincha?

E.R: Del Cúcuta Deportivo, de mi tierra natal, aunque también me gusta el América.

J.C: ¿Por qué quiso ser coordinador?

E.R: El espacio de coordinación es un espacio de liderazgo dentro de la institución escolar. Desde allí hay muchas ideas, muchos proyectos en beneficio de la comunidad, que se pueden plasmar, desarrollar y ejecutar. Desde esa lógica, ser coordinador es bastante interesante, porque uno puede facilitar el camino, para que las instituciones educativas sean cada vez mejores. Debido a eso, pensé que mi labor con las niñas, niños y jóvenes del Distrito, podía ser mejor si la hacía desde la Coordinación.


J.C: Cuál ha sido la mayor dificultad con que se ha enfrentado desde la Coordinación?

E.R. El Colegio Marsella es en esencia un colegio tranquilo en donde los estudiantes tienen muy buenos compromisos académicos y convivenciales; los padres de familia también son bastante receptivos a las decisiones y solicitudes del colegio. Sin embargo, no falta quienes no acatan las normas y no cumplen con el porte adecuado del uniforme o con la llegada puntual. Tal vez el mayor reto que he tenido fue uno relacionado con conductas delictivas de algunos estudiantes, que implicaban el consumo y el expendio de sustancias alucinógenas y a la par, robo por ejemplo de maletas o de celulares a los compañeros. En este caso, se dieron las pruebas correspondientes para la acción disciplinaria y pedagógica.

J. C: ¿Cuál ha sido para usted, el mayor reto en esta institución?

E.R: Diariamente el colegio se está planteando retos que corresponden a su identidad como una institución de calidad. Cuando la calidad se vuelve parte de la vivencia cotidiana de un colegio, todos los días son un reto. ¿Cómo hacer para que las clases sucedan en el mejor ambiente escolar?; ¿Cómo hacer para que los estudiantes mantengan unas relaciones afectivas?. Esos son logros que se van haciendo realidad cotidianamente con el apoyo de los profesores, de los estudiantes y de los padres de familia. Tener el Colegio Marsella como lo tenemos, es justamente porque hemos aceptado los retos y hemos tratado de hacerlo lo mejor posible.

J. C: ¿Cómo es el colegio con el que usted sueña?

E.R.: En cierta manera el colegio Marsella es parte del sueño de un maestro. Porque es un colegio organizado, donde los docentes trabajan de una manera muy cumplida y tratan de desempeñarse lo mejor posible, El colegio con que sueño es el que tiene acciones diversas para cuando egresen de su bachillerato, un colegio que proyecte la vida de una mejor manera, que desarrolle competencias especiales que los hagan mejores ciudadanos y en donde se practique bastante el arte y los deportes.

J.C: ¿En sus planes futuros contempla la posibilidad de ser rector?

E.R: Sí. Estoy en ese proceso. Parece que vamos por muy buen camino y posiblemente sea más temprano que tarde.

J.C: En su labor como Coordinador de Convivencia usted ha tenido que resolver muchos conflictos. ¿Cómo podemos evitarlos?

E.R: Primero que todo, debemos obrar dentro de la cultura de la legalidad, es decir ajustarnos a unas normas y vivir de acuerdo con esas normas. Además si en nuestras vidas tenemos vivenciados algunos valores, estos nos van a orientar la forma de convivir y la forma de actuar. Por ejemplo si vivencio el respeto y la responsabilidad no voy a tener problemas con mi jefe o con otras personas. Pero los conflictos son parte de la cotidianidad y seguramente que el diálogo es la mejor manera de enfrentarlos.

J.C: ¿Cuáles es el procedimiento para la solución de un conflicto?

E.R: En el colegio Marsella existe un debido proceso. Lo tenemos escrito en nuestro Manual de Convivencia, alrededor de los que se llamarían los mecanismos alternativos para la solución de un conflicto. El artículo 16 nos dice qué es un conflicto y que es una oportunidad pedagógica para promover el crecimiento individual y colectivo, personal e institucional. Es un espacio para aprender y ser mejor persona. El primer paso es el diálogo entre los implicados. Si no hay un acuerdo es necesario acudir a una tercera persona que sirva como mediador. Si aún así no hay solución se acude a una mesa de conciliación. También hay mediación con el director de grupo, el profesor de una clase determinada. Si no hay algún acuerdo se lleva a Coordinación, a Orientación o Comité de Convivencia.

J.C: ¿El conflicto sirve para algo?
E.R: Claro que sirve. El conflicto no lo debemos volver una guerra. El conflicto ayuda a crecer cuando encontramos alternativas para llegar a acuerdos.

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