La Secretaría de Educación del Distrito Capital a través de la Dirección de Inclusión e Integración de poblaciones se ha propuesto desarrollar la campaña “Vive el colegio a lo bien!. Es tu derecho, es tu deber”. El respeto por la dignidad humana y los derechos humanos son una de las herramientas fundamentales para una educación de calidad, definidas en el Plan Sectorial de educación 2008 – 2012
En este sentido, la Secretaría de Educación dice “la campaña es una iniciativa para mejorar la convivencia y la seguridad en los colegios distritales y su entorno promoviendo una cultura de los derechos humanos, de capacidad para establecer compromisos, de responsabilidades consigo mismo y con los otros/as. En fin se trata de asumir derechos y deberes para la erradicación de eventos de violencia emocional, sexual, económica, física y armada en las escuelas distritales y contribuir a la existencia de mejores formas de relación”.
Si bien es cierto que en nuestra Institución hay un buen nivel de aceptación y de reconocimiento del otro, como consecuencia del trabajo desarrollado en el énfasis de humanismo y de la afirmación de los valores marsellistas liderados por el respeto, también es cierto que existe en un buen número de estudiantes que son agentes de eventos de violencia emocional, sexual, económica y hasta física, a través de amigos que tienen dentro del colegio o afueras.
Las principales problemáticas que afectan una convivencia pacífica o juicio de los estudiantes son:
• Los robos: Los estudiantes se quejan de la desaparición de sus útiles escolares y especialmente los celulares.
• Las agresiones físicas y verbales: estudiantes dirimen sus conflictos por medio de la agresión y la violencia se presentan riñas, insultos y agresión física y verbal entre estudiantes, hombres y mujeres. El diálogo lo dejan en un segundo plano.
• La organización y funcionamiento de pandillas: presencia de jóvenes pandilleros en los alrededores del colegio que hostigan, agreden y roban a los estudiantes a la salida. Así mismo, hay estudiantes en pandillas.
• Daño a las instalaciones escolares: rayones, vidrios rotos, pupitres rayados o destrozados, tableros y baños rotos por falta de cuidado de lo público como bien colectivo.
• Acoso sexual: niñas, niños y jóvenes se ven enfrentados a acoso sexual por parte de sus pares. Este tema se da principalmente entre estudiantes jóvenes, tanto de hombres a mujeres como de mujeres a hombres.
• Consumo de alcohol, drogas y tabaco: situación alarmante. Se presenta consumo de alcohol antes del ingreso o a la salida en sus alrededores, incluso hay jóvenes que llegan ebrios a su salón de clases.
• Entornos inseguros: el entorno del colegio se ha convertido en foco de inseguridad por la presencia de pandillas, hurtos, venta de drogas y riñas callejeras. Invito a los vecinos a cuidar el entorno del colegio, a proteger a los estudiantes a su ingreso y a su salida.
• La Falta de denuncia y la búsqueda de apoyo: es necesario que la comunidad educativa y los vecinos del sector tomen conciencia de la importancia de denunciar los robos, la venta de drogas y las agresiones.
¿Cómo hacer que el colegio siga siendo un espacio de convivencia pacífica?
Hemos venido enfrentando estas dificultades tomando dos tipos de medidas: las inmediatas y las de prevención. Las primeras a corto plazo y las segundas con efectos a mediano y largo plazo.
Las medidas inmediatas buscan evitar que nuestros niños sean expuestos a contextos de violencia, como robos, alcohol, drogas, maltrato físico o verbal.
Los docentes identifican a los estudiantes causantes del manoteo estudiantil y de acuerdo al Manual de Convivencia realizan un primer seguimiento.
Nuestros coordinadores licenciados Fabián Perdomo y Eduardo Ramírez están en contacto permanente con nuestros estudiantes, docentes y padres de familia, recibiendo quejas e informaciones que conducen a identificar a aquellos que realizan conductas violentas contra nuestros niños y aplican los correctivos necesarios.
La policía comunitaria, a quien le agradezco su colaboración, permanente está presente a la salida y/o entrada de los estudiantes para prevenir conductas violentas y por solicitud de la Dirección del colegio realiza requisas en las aulas de clase.
Dentro de las medidas de prevención, que son siempre las mejores alternativas, hemos venido trabajando a lo largo del año en los valores marsellistas a través de las direcciones de grupo, con el apoyo de nuestras orientadoras, coordinadoras, coordinadores y docentes. El respeto en toda su dimensión ha sido la herramienta más trabajada a lo largo del año. Respeto consigo mismo, con el otro, con la naturaleza. Igualmente la formación humanista como énfasis del colegio ha facilitado una visión respetuosa de la dignidad humana.
Finalmente, una invitación a los padres de familia y a la comunidad en general: apoyemos al colegio en su lucha por erradicar cualquier forma de violencia.
Gracias. Miguel Dario Bejarano. Rector
En este sentido, la Secretaría de Educación dice “la campaña es una iniciativa para mejorar la convivencia y la seguridad en los colegios distritales y su entorno promoviendo una cultura de los derechos humanos, de capacidad para establecer compromisos, de responsabilidades consigo mismo y con los otros/as. En fin se trata de asumir derechos y deberes para la erradicación de eventos de violencia emocional, sexual, económica, física y armada en las escuelas distritales y contribuir a la existencia de mejores formas de relación”.
Si bien es cierto que en nuestra Institución hay un buen nivel de aceptación y de reconocimiento del otro, como consecuencia del trabajo desarrollado en el énfasis de humanismo y de la afirmación de los valores marsellistas liderados por el respeto, también es cierto que existe en un buen número de estudiantes que son agentes de eventos de violencia emocional, sexual, económica y hasta física, a través de amigos que tienen dentro del colegio o afueras.
Las principales problemáticas que afectan una convivencia pacífica o juicio de los estudiantes son:
• Los robos: Los estudiantes se quejan de la desaparición de sus útiles escolares y especialmente los celulares.
• Las agresiones físicas y verbales: estudiantes dirimen sus conflictos por medio de la agresión y la violencia se presentan riñas, insultos y agresión física y verbal entre estudiantes, hombres y mujeres. El diálogo lo dejan en un segundo plano.
• La organización y funcionamiento de pandillas: presencia de jóvenes pandilleros en los alrededores del colegio que hostigan, agreden y roban a los estudiantes a la salida. Así mismo, hay estudiantes en pandillas.
• Daño a las instalaciones escolares: rayones, vidrios rotos, pupitres rayados o destrozados, tableros y baños rotos por falta de cuidado de lo público como bien colectivo.
• Acoso sexual: niñas, niños y jóvenes se ven enfrentados a acoso sexual por parte de sus pares. Este tema se da principalmente entre estudiantes jóvenes, tanto de hombres a mujeres como de mujeres a hombres.
• Consumo de alcohol, drogas y tabaco: situación alarmante. Se presenta consumo de alcohol antes del ingreso o a la salida en sus alrededores, incluso hay jóvenes que llegan ebrios a su salón de clases.
• Entornos inseguros: el entorno del colegio se ha convertido en foco de inseguridad por la presencia de pandillas, hurtos, venta de drogas y riñas callejeras. Invito a los vecinos a cuidar el entorno del colegio, a proteger a los estudiantes a su ingreso y a su salida.
• La Falta de denuncia y la búsqueda de apoyo: es necesario que la comunidad educativa y los vecinos del sector tomen conciencia de la importancia de denunciar los robos, la venta de drogas y las agresiones.
¿Cómo hacer que el colegio siga siendo un espacio de convivencia pacífica?
Hemos venido enfrentando estas dificultades tomando dos tipos de medidas: las inmediatas y las de prevención. Las primeras a corto plazo y las segundas con efectos a mediano y largo plazo.
Las medidas inmediatas buscan evitar que nuestros niños sean expuestos a contextos de violencia, como robos, alcohol, drogas, maltrato físico o verbal.
Los docentes identifican a los estudiantes causantes del manoteo estudiantil y de acuerdo al Manual de Convivencia realizan un primer seguimiento.
Nuestros coordinadores licenciados Fabián Perdomo y Eduardo Ramírez están en contacto permanente con nuestros estudiantes, docentes y padres de familia, recibiendo quejas e informaciones que conducen a identificar a aquellos que realizan conductas violentas contra nuestros niños y aplican los correctivos necesarios.
La policía comunitaria, a quien le agradezco su colaboración, permanente está presente a la salida y/o entrada de los estudiantes para prevenir conductas violentas y por solicitud de la Dirección del colegio realiza requisas en las aulas de clase.
Dentro de las medidas de prevención, que son siempre las mejores alternativas, hemos venido trabajando a lo largo del año en los valores marsellistas a través de las direcciones de grupo, con el apoyo de nuestras orientadoras, coordinadoras, coordinadores y docentes. El respeto en toda su dimensión ha sido la herramienta más trabajada a lo largo del año. Respeto consigo mismo, con el otro, con la naturaleza. Igualmente la formación humanista como énfasis del colegio ha facilitado una visión respetuosa de la dignidad humana.
Finalmente, una invitación a los padres de familia y a la comunidad en general: apoyemos al colegio en su lucha por erradicar cualquier forma de violencia.
Gracias. Miguel Dario Bejarano. Rector
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